sábado, 31 de octubre de 2015

De vez en ...

"De vez en cuando se piensan cosas. No con demasiada frecuencia, sin embargo. Lo que es buena cosa. Pues el Señor quiere que obremos y no perdamos demasiado tiempo pensando, porque nuestro cerebro es como una pieza de relojería: no aguanta siempre en marcha. Es mejor cuando funciona siempre igual, cuando hace su tarea diaria y no usa ninguna de sus partes más de lo necesario".
William Faulkner
"Mientras agonizo" (Alianza, 2013)
[Or. "As I lay dying", 1930]

Ella me mira: ...

"Ella me mira: noto sus ojos. Es como si me estuviera barriendo de allí con ellos. Ya lo he visto antes en otras mujeres. Las he visto echar del cuarto a las que vienen con simpatía y piedad, con ayuda efectiva, y aferrarse a un insignificante animal para el que nunca fueron más que bestias de carga. Eso es lo que para ellas significa amar por encima de todo: orgullo, ese furioso deseo de esconder esa abyecta desnudez que traemos con nosotros, que arrastramos hasta la sala de operaciones, que terca y furiosamente arrastramos de nuevo con nosotros a la tierra".
William Faulkner
"Mientras agonizo" (Alianza, 2013)
[Or. "As I lay dying", 1930]

Se necesitan dos ...

"Se necesitan dos personas para hacerte, y una sola persona para morir".
William Faulkner
"Mientras agonizo" (Alianza, 2013)
[Or. "As I lay dying", 1930]

A finales del ...

"A finales del siglo XIX se descubrió un cuaderno titulado “Formas de escritura” en Mount Vernon, Virginia, la plantación donde vivía George Washington, a orillas del río Potomac. El cuaderno data aparentemente de 1745, cuando Washington tenía catorce años y asistía a la escuela en Fredericksburg, Virginia. Ahí encontramos, en letra manuscrita del prócer, los cimientos de una sólida educación del carácter para un joven del siglo XVIII: unas 110 'normas de urbanidad y conversación entre hombres'. La investigación histórica ha demostrado que el joven George las copió probablemente de traducción inglesa (1664) de un trabajo francés aún más antiguo. La mayoría de las normas aún son deliciosamente aplicables como código moderno de conducta personal. He aquí cincuenta y cuatro de esas normas que tanto admiraba el primer presidente de Estados Unidos de América.
Cada acto realizado en compañía debe trasuntar respeto por los presentes.
En presencia de otros, no canturrees en voz baja, ni tamborilees con los dedos ni los pies.
No hables cuando otros hablan, no permanezcas sentado cuando otros están de pie; no camines cuando otros se detengan.
No des la espalda a los demás, y menos cuando hablas; no muevas la mesa o el escritorio donde otro lee o escribe, no te apoyes en nadie.
No seas lisonjero, ni bromees con nadie que no esté de ánimo para bromas.
No leas cartas, libros ni papeles en compañía, pero cuando sea preciso hacerlo, debes pedir permiso. No te acerques a los libros ni escritos de nadie para leerlos sin autorización, ni fisgonees cuando otro está escribiendo una carta.
Que tu semblante sea agradable, pero que demuestre gravedad ante asuntos serios.
No demuestres satisfacción ante el infortunio de otro, aunque se trate de tu enemigo.
Los que gozan de título o posición tienen precedencia en todas partes, pero mientras son jóvenes deben respetar a quienes son sus iguales por su nacimiento o por otras cualidades, aunque no ocupen cargos públicos.
Es de buena educación ceder la palabra a nuestros interlocutores, especialmente si gozan de rango superior, y nunca debemos ser los primeros en interpelar a los mismos.
Que tu plática con hombres de negocios sea breve y al punto.
Al visitar a los convalecientes, no asumas el papel de médico si no te corresponde.
Al escribir o al hablar, dirígete a cada persona por su título debido, de acuerdo con su grado y las costumbres del lugar.
No discutas con tus superiores, y siempre presenta tus opiniones con modestia.
No procures ser maestro de tus iguales en las artes que profesan, pues pasarás por arrogante.
Cuando un hombre hace todo lo que puede, aunque no logre tener éxito, no lo culpes por su intento.
Cuando debas aconsejar o recriminar, considera si es pertinente que se haga en público o en privado, de inmediato o en otra ocasión, y también cuáles son las palabras atinadas; y al reprender no muestres signos de cólera, sino actúa con reserva y moderación.
No te mofes de asuntos de importancia, no hagas burlas mordaces ni hirientes, y si haces gala de ingenio, no te rías de tus propias palabras.
Cuando reprendas a otro procura ser intachable, pues el ejemplo es más elocuente que la exhortación.
No emplees palabras hirientes contra nadie, ni juramentos o escarnios.
No te apresures en creer rumores en detrimento de otras personas.
Sé discreto en tu atuendo, y procura respetar la naturaleza antes que suscitar admiración. Sigue la moda de tus iguales, tal como sea pertinente respecto del tiempo y lugar.
No te comportes como un pavo real mirándote sin cesar para ver si estás presentable, si el calzado te sienta bien, si tus calzas están bien ceñidas o si tus ropas son elegantes.
Júntate con hombres de calidad si estimas tu reputación, pues más vale estar solo que mal acompañado.
Que en tu conversación no haya malicia ni envidia, y así manifestarás ser de natural afable y ponderable; en las causas apasionadas permite que se imponga la razón.
No cometas la impudicia de urgir a tu amigo a revelar un secreto.
No digas bajezas ni frivolidades entre hombres adultos y educados, ni cosas dificultosas entre ignorantes, ni cosas difíciles de creer.
No hables de temas sombríos en tiempos de alegría ni a la mesa; no hables de cosas melancólicas como muerte y heridas, y si otros las mencionan, procura cambiar la conversación. No reveles tus sueños, salvo a tus amigos más íntimos.
No bromees cuando no hay ánimo para el jolgorio. No rías a carcajadas, y nunca rías cuando no es apropiado. No te burles de los infortunios de nadie, aunque parezca existir un motivo.
No digas palabras injuriosas, ni en broma ni en serio. No te mofes de nadie aunque te den ocasión.
No seas atolondrado, sino afable y cortés, el primero en saludar, oír y responder, y no seas retraído en momentos de platicar.
No te apartes de los demás, pero no abuses de su confianza.
No vayas adonde no sabes si serás bien recibido. No des consejos sin que te los pidan, y cuando sea pertinente darlos, sé conciso.
Si dos personas riñen, no tomes partido en forma incondicional, y no seas obstinado en tus opiniones; en asuntos indiferentes toma partido por la mayoría. No reproches la imperfección ajena, pues eso corresponde a padres, maestros y superiores.
No mires los defectos ajenos, ni preguntes de dónde vienen. No cuentes a cualquiera lo que has confiado en secreto a tu amigo.
En compañía, no hables en lengua extranjera sino en la propia, y la que hablan gentes de calidad, no el vulgo. Trata con seriedad los asuntos sublimes.
Piensa antes de hablar, no pronuncies incorrectamente, no hables de prisa, sino ordenada y claramente.
Cuando otro habla estate atento y no molestes al público. Si alguien vacila al hablar, no lo ayudes, ni le des sugerencias que no te han pedido; no lo interrumpas ni le respondas hasta que haya terminado de hablar.
Trata de negocios en el momento adecuado, y no murmures delante de los demás.
No hagas comparaciones, y si alguno de los presentes es elogiado por un acto virtuoso, no elogies a otro por lo mismo.
No repitas rumores si desconoces la verdad. Al hablar de cosas que has oído, no siempre nombres a quien las refirió. Nunca reveles un secreto.
No te inmiscuyas en asuntos ajenos, ni te acerques a quienes hablan en privado.
No emprendas lo que no puedes realizar, pero procura cumplir tus promesas.
Cuando expongas una cuestión, hazlo sin apasionamiento, ni indiscreción, sin importar la calidad de la persona a que te diriges.
Cuando tus superiores hablan con cualquiera, óyelos; no hables ni te rías.
En las disputas, no lleves tu afán de imponerte al extremo de negar a otro la libertad de expresar su opinión y sométete al arbitrio de la mayoría, especialmente si son jueces de la disputa.
No seas tedioso en tu conversación, no hagas muchas digresiones, no repitas con frecuencia el mismo asunto.
No hables mal de los ausentes, pues es injusto.
No te enfades a la mesa, y si tienes razón para el enfado no lo demuestres; presenta un semblante jovial, especialmente si hay extraños, pues el buen humor hace de cualquier plato un manjar.
No ocupes la cabecera de la mesa, pero si te corresponde o lo pide el dueño de casa, no te opongas, para no molestar a los presentes.
Cuando hables de Dios o sus atributos, hazlo con seriedad, reverencia y honor, y obedece a tus padres naturales.
Que tus esparcimientos sean viriles, no pecaminosos.
Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celestial llamada conciencia".
William J. Bennett
"El libro de las virtudes" (Vergara, 2011)
[Or. "The book of virtues", 1993]

viernes, 30 de octubre de 2015

Suponer que todo ...

"Suponer que todo aquel que no sea completamente bueno deba ser considerado como un ser irrecuperable y que, por tanto, merezca ser abandonado sin remedio es suponer que todos somos capaces de lograr el mismo grado de excelencia".
Samuel Johnson
"Sobre la conducta humana" (1750)
[cfr. "El patriota y otros ensayos" (El buey mudo, 2010)]

Nada hay más ...

"Nada hay más injusto que juzgar al ser humano basándose en conocimientos u observaciones muy someras; pues con frecuencia sucede que en aquel ser que se nos muestra más flojo, inconsciente y disipado existe una secreta chispa celeste que, si bien todavía es tenue y se encuentra obstruida, no se halla extinguida del todo, y que, por tanto, podría convertirse en una llama fulgurante si se la cuidase y alimentase debidamente".
Samuel Johnson
"Sobre la conducta humana" (1750)
[cfr. "El patriota y otros ensayos" (El buey mudo, 2010)]

Todos creen que ...

"Todos creen que están tan bien provistos de sentido común que ni siquiera los más exigentes en todas las demás cuestiones desean aumentar esa provisión".
René Descartes 

La incapacidad de ...

"La incapacidad de dominar arrebatos, apetitos, pasiones e impulsos causa mucha infelicidad y angustia en este mundo".
William J. Bennett
"El libro de las virtudes" (Vergara, 2011)
[Or. "The book of virtues", 1993]

Entre los sentimientos ...

"Entre los sentimientos que cada ser humano modifica a medida que va envejeciendo se encuentra la homogeneidad del carácter. Aquel que no ha experimentado la fuerza del deseo, la contundencia del dolor, las complicaciones causadas por los negocios o la fuerza de las influencias partidistas siente dentro de sí la importancia de la virtud, y, puesto que nunca ha tenido que habérselas con miedos o ilusiones, cree que es posible mantenerse firme ante lo que pueda presentársele, y se mostrará inflexible ante el menor fallo, dispuesto a manifestar en todo momento la pertinencia del derecho, y a juzgar con la mayor dureza a todo aquel que muestre algún fallo en el cumplimiento del deber, considerándolo indigno de confianza, de amor, de piedad y de respeto, a verlo como un enemigo al que hay que apartar del conjunto de la sociedad, como un apestado del que hay que alejarse o como una hierba a la que hay que aplastar".
Samuel Johnson
"Sobre la conducta humana" (1750)
[cfr. "El patriota y otros ensayos" (El buey mudo, 2010)]

miércoles, 28 de octubre de 2015

Hace mucho tiempo ...

"Hace mucho tiempo se inventó un mecanismo llamado arancel cuya misión es nivelar en lo posible las condiciones en que se realiza el comercio. Critico a los liberales de salón, aquellos que creen que la humanidad solo puede prosperar si se eliminan las fronteras y se hace del planeta una aldea global en la que impera sin restricciones la ley darwiniana de la selección de las especies, en aras del productivismo que les ha de conducir a posiciones hegemónicas. Esta es la cuestión. Y por eso es un error tratar de resolver el problema desde los tradicionales feudos de la izquierda o la derecha".
Francisco Rodríguez 

martes, 27 de octubre de 2015

Aprendamos pues de ...

"Aprendamos pues de una vez, aprendamos a obrar bien. Miremos al cielo y, tanto por nuestra dignidad como por simple amor a la virtud, dirijámonos a Dios todopoderoso, honrado testigo de nuestros actos y justo juez de nuestras faltas. Por mi parte, pienso –y creo no equivocarme– que no hay nada más contrario a Dios, tan bondadoso y justo, que la tiranía. En lo más hondo de los abismos, Él reserva sin duda a los tiranos y a sus cómplices un terrible castigo".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

¡Qué peso y ...

"¡Qué peso y qué martirio, Dios mío, dedicarse día tras día y noche tras noche a complacer a un solo hombre y, al mismo tiempo, temerle más que a cualquier otra persona en el mundo; estar siempre al acecho, el oído atento para poder averiguar a tiempo de dónde vendrá el golpe, para detectar las dificultades, espiar los gestos de sus propios compañeros y descubrir de antemano a los que traicionan a su amo; reírles todas las gracias y, sin embargo, temerlos a todos, no tener enemigo declarado ni amigo seguro alguno, vivir siempre con expresión de alegría, mientras el alma vive en vilo, sin poder jamás estar contento ni atreverse a mostrarse triste!".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Los favoritos del ...

"Los favoritos del tirano jamás pueden estar seguros de serlo, porque ellos mismos le han demostrado que lo puede todo y que ningún derecho ni deber alguno lo obliga a nada, de modo que el tirano pasa a creer que sus caprichos son su única razón, que ninguno de sus favoritos, por lo tanto, puede ser su amigo y que no tiene más remedio que convertirse en el amo de todos. Así pues, es de lamentar que, ante tantos y tan claros ejemplos y ante tan cercano peligro, nadie quiera aprovechar esas experiencias pasadas, que tanta gente se aproxime aún gustosa al tirano y que no haya nadie lo bastante perspicaz y atrevido como para decirle lo que le dijo, según narra el cuento, el zorro al león que se hacía pasar por enfermo: 'Vendría de buena gana a verte a tu madriguera, pero veo muchas huellas de animales que van en dirección a ella y ninguna que vuelva'".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

La amistad es ...

"La amistad es algo sagrado, no se da sino entre gentes de bien que se estiman mutuamente, no se mantiene tan sólo mediante favores, sino también mediante la lealtad y una vida virtuosa. Lo que hace que un amigo esté seguro del otro es el conocimiento de su integridad. Tiene como garantía de ello la naturaleza de su carácter amable, su confianza y su constancia. No puede haber amistad donde hay crueldad, deslealtad, injusticia. Cuando se juntan los malos, siempre hay conspiraciones, jamás una asociación amistosa. No se aman, se temen: no son amigos, sino cómplices".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Esos favoritos no ...

"Esos favoritos no deberían recordar tanto a los que han juntado muchos bienes gracias a los tiranos como a los que, tras haber juntando un tiempo, después han perdido los bienes y la vida; parecen ignorar que, si bien muchos han acumulado riquezas, pocos las han conservado. Releyendo todas las historias de la Antigüedad, reflexionando sobre aquellas que acuden a nuestra memoria, veremos cuán numerosos son los que, tras haberse ganado con malas artes la confianza del príncipe, ya sea fomentando su maldad, ya sea abusando de su simpleza, acabaron aplastados por ese mismo príncipe. Cuanto más fácil fue su ascensión en los favores del tirano, menos sabiduría tuvieron para conservarlos. De la cantidad de gente que siempre ha frecuentado la corte de los malos reyes, pocos, o ninguno, han podido eludir al fin la crueldad del tirano al que, antes, habían azuzado contra los demás. En la mayoría de los casos, tras haberse enriquecido a la sombra de sus favores y a costa de otros, terminan ellos mismos por enriquecer a otros".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Cuando pienso en ...

"Cuando pienso en esa gente que adula al tirano para sacar provecho de su tiranía y de la servidumbre del pueblo, quedo estupefacto a la vez ante su maldad y su necedad. Pues, a decir verdad, acercarse al tirano, ¿acaso es otra cosa que alejarse de la libertad y, por decirlo así, abrazar voluntariamente la servidumbre? Que dejen de lado su ambición y se descarguen de su avaricia, que se miren a sí mismos y se reconozcan, y verán claramente que las gentes del campo, a quienes pisotean y tratan peor que a presidiarios o esclavos, son, no obstante, más felices y más libres que ellos. El labrador y el artesano, por muy sometidos que estén, quedan en paces al hacer lo que se les manda, mientras que el tirano ve a los que lo rodean acechar y mendigar sus favores. No basta con hacer lo que les ordena el tirano, sino que deben pensar lo que él quiere que piensen y, a menudo, para complacerlo, deben incluso anticiparse a sus deseos. No están solamente obligados a obedecer, sino que deben también complacerlo, doblegarse a sus caprichos, atormentarse, matarse a trabajar en sus asuntos, gozar de sus mismos placeres, sacrificar sus gustos al suyo, anular su personalidad, despojarse de su propia naturaleza, estar atentos a sus palabras, a su voz, a sus señales y a sus guiños, no tener ojos, pies ni manos como no sea para adivinar sus más recónditos deseos, o sus más secretos pensamientos. ¿Es esto vivir feliz? ¿Puede llamarse a esto vivir? ¿Hay en el mundo algo menos soportable, no digo ya para un hombre de buen corazón, o para un hombre bien nacido, sino tan sólo para cualquiera que tenga un mínimo de sentido común, o, sin más, un resto de humanidad? ¿Habrá otra manera de vivir más mísera, carente de todo, cuando podría gozar del libre albedrío, de la libertad, de su cuerpo y de la vida?".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Según los médicos, ...

"Según los médicos, aunque nuestro cuerpo no sufra daño alguno, en cuanto en algún lugar se manifiesta una dolencia, todos los males se centran en el punto corrompido. Asimismo, en cuanto un rey se declara tirano, todo lo malo, toda la hez del reino –y no me refiero a ese montón de ladronzuelos y desorejados, que no pueden hacer ni mal ni bien en un país, sino a los que están poseídos por una incontenible ambición y una incurable avaricia– se agolpa a su alrededor y lo mantiene para compartir con él el botín y, bajo su grandeza, convertirse ellos mismos en pequeños tiranos. Así actúan también los grandes ladrones y los célebres corsarios: unos recorren el país mientras otros asaltan a viajeros; unos permanecen emboscados y otros al acecho; unos masacran mientras otros saquean. Si bien están igualmente estructurados en jerarquías, nadie de entre ellos, desde el más simple criado hasta los jefes, queda, al fin y al cabo, fuera del reparto, si no del botín más sustancioso, sí al menos de lo que se ha encontrado".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Llego ahora a ...

"Llego ahora a un punto que, creo, es el resorte y el secreto de la dominación, el sostén y el fundamento de la tiranía. El que creyera que son las alabardas y la vigilancia armada las que sostienen a los tiranos, se equivocarían bastante. Las utilizan, creo, más por una cuestión formal y para asustar que porque confíen en ellas. Los arqueros impiden, por supuesto, la entrada al palacio a los andrajosos y a los pobres, no a los que van armados y parecen decididos. Sería sin duda fácil contar cuántos emperadores romanos escaparon a algún peligro gracias a la ayuda de sus arqueros y los que fueron asesinados por sus propios guardias. Ni la caballería, ni la infantería constituyen la defensa del tirano. Cuesta creerlo, pero es cierto. Son cuatro o cinco los que sostienen al tirano, cuatro o cinco los que imponen por él la servidumbre en toda la nación. Siempre han sido cinco o seis los confidentes del tirano, los que se acercan a él por su propia voluntad, o son llamados por él, para convertirse en cómplices de sus crueldades, compañeros de sus placeres, rufianes de sus voluptuosidades y los que se reparten el botín de sus pillajes. Ellos son los que manipulan tan bien a su jefe que éste pasa a ser un hombre malo para la sociedad, no sólo debido a sus propias maldades, sino también a las de ellos. Estos seis tienen a seiscientos hombres bajo su poder, a los que manipulan y a quienes corrompen como han corrompido al tirano. Estos seiscientos tienen bajo su poder a seis mil, a quienes sitúan en cargos de cierta importancia, a quienes otorgan el gobierno de las provincias, o la administración del tesoro público, con el fin de favorecer su avaricia y su crueldad, de ponerla en práctica cuando convenga y de causar tantos males por todas partes que no puedan mover un dedo sin consultarlos, ni eludir las leyes y sus consecuencias sin recurrir a ellos. Extensa es la serie de aquéllos que siguen a éstos. El que quiera entretenerse devanando esta red, verá que no son seis mil, sino cien mil, millones los que tienen sujeto al tirano y los que conforman entre ellos una cadena ininterrumpida que se remonta hasta él".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

¿Acaso no es ...

"¿Acaso no es hoy evidente que los tiranos, para consolidarse, se han esforzado siempre por acostumbrar al pueblo, no sólo a la obediencia y a la servidumbre, sino también a una especie de devoción por ellos?".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Es realmente lamentable ...

"Es realmente lamentable oír hablar de lo que hacían los tiranos del pasado para consolidar su tiranía y de las pequeñas astucias a las que recurrían, encontrando siempre al pueblo tan dispuesto a todo que no tenían más que tender la red para que cayera en ella. Lo enredaron con tanta facilidad que jamás se sometió mejor como cuando más lo engatusaron".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Los emperadores romanos ...

"Los emperadores romanos no olvidaban asumir ante todo el título de tribuno del pueblo, tanto porque esa tarea era considerada santa y sagrada, como porque así estaba establecido para la defensa y protección del pueblo. Con el beneplácito del Estado, se aseguraban de este modo la confianza del pueblo, como si a éste le bastara con oír nombrar el título, sin sentir por ello sus efectos".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Es realmente sorprendente ...

"Es realmente sorprendente ver cómo se dejan ir tan aprisa por poco que se les dé coba. Los teatros, los juegos, las farsas, los espectáculos, los gladiadores, los animales exóticos, las medallas, las grandes exhibiciones y otras drogas eran para los pueblos antiguos los cebos de la servidumbre, el precio de su libertad, los instrumentos de la tiranía. Ese sistema, esa práctica, esos reclamos eran concebidos por los antiguos tiranos para embrutecer a sus súbditos y fortalecer el yugo. Los pueblos embrutecidos, entregados a esos pasatiempos y distraídos por un efímero placer que los deslumbraba, se acostumbraban así a servir tan neciamente (aunque peor) como a leer aprenden los niños pequeños con las imágenes iluminadas. A los tiranos romanos se les ocurrió, además, otra cosa: celebrar a menudo los decemviros, cebando a esas pobres gentes embrutecidas y agasajándolas por el sistema, siempre fácil, de seducirlas mediante el paladar. El más inteligente jamás habría dejado su cuenco de sopa para recobrar la libertad de la república de Platón. Los tiranos se desprendían fácilmente de un cuarterón de trigo, un sextario de vino y un sestercio; por lo tanto resultaba lamentable oír clamar '¡Viva el rey!' a los súbditos. Los muy zafios no se daban cuenta de que no hacían más que reembolsarse parte de lo que era suyo, y que el tirano no habría podido obsequiarles esa mínima parte sin habérsela sustraído antes. Cualquiera de los que recogían el sestercio y se hartaban en los festines públicos, bendiciendo a Tiberio y a Nerón por su magnanimidad, podía, al día siguiente, verse obligado a entregar sus bienes para satisfacer la avaricia del tirano, a sus hijos para saciar su lujuria y hasta su sangre para alimentar la crueldad de aquellos espléndidos emperadores, y todo ello sin decir una palabra, ni mover un dedo. El pueblo ha sido siempre así. Se muestra dispuesto y disoluto para el placer que se le brinda en forma deshonesta, e insensible al daño y al dolor que padece honestamente".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Ésta es la ...

"Ésta es la tendencia natural del pueblo, que suele ser más numeroso en las ciudades: desconfía de quien lo ama y confía en quien lo engaña".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Con la libertad, ...

"Con la libertad, se pierde a la vez el valor. Las gentes sometidas no sienten ni alegría ni arrojo en el combate; van a la lucha casi como atados y entumecidos, como cumpliendo penosamente un deber impuesto. No sienten en su corazón el ardor de la libertad, que les hace despreciar el peligro y alimentar el deseo de alcanzar, aun a costa de su muerte, rodeado de sus compañeros de lucha, el honor y la gloria. Entre gente libre, en cambio, esos sentimientos se dan con creces, a cuál más, a cuál mejor, cada uno por el bien de todos, cada uno por sí. Todos saben que compartirán por igual los males de la derrota, o las recompensas de la victoria. Pero las gentes sometidas, además del valor en el combate, pierden, en todas las demás cosas, la vivacidad y son presa del desánimo y la debilidad; se muestran incapaces de cualquier hazaña. Los tiranos lo saben y, conscientes de que éste es su punto flaco, no hacen más que fomentarlo".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Nadie se lamenta ...

"Nadie se lamenta de no tener lo que jamás tuvo, y el pesar no viene jamás sino después del placer y consiste siempre en el conocimiento del mal opuesto al recuerdo de la alegría pasada. La naturaleza del hombre es ser libre y querer serlo. Pero también su naturaleza es tal que, de una forma natural, se inclina hacia donde lo lleva su educación".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

En todos los ...

"En todos los países, en todos los ambientes, es amarga la sumisión y placentera la libertad".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Has probado los ...

"Has probado los favores de un rey, pero no sabes cuán dulce es la libertad. ¡Oh, si tan sólo tuvieras una idea de lo que es, tú mismo nos aconsejarías defenderla, no ya con la lanza y el escudo, sino con los dientes y las uñas".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

No puede negarse ...

"No puede negarse que la naturaleza es la que nos orienta ante todo según las buenas o malas inclinaciones que nos ha otorgado; pero hay que confesar que ejerce sobre nosotros menos poder que la costumbre, ya que por bueno que sea lo natural, si no se lo fomenta, se pierde, mientras que la costumbre nos conforma siempre a su manera, pese a nuestras inclinaciones naturales. Las semillas del bien, que la naturaleza deposita en nosotros, son tan frágiles que no pueden resistir al más mínimo impacto de las pasiones, ni a la influencia de una educación contraria".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Es cierto que, ...

"Es cierto que, al principio, se sirve porque se está obligado por la fuerza. Pero los que vienen después se acostumbran y hacen gustosamente lo que sus antecesores habían hecho por obligación. Así, los hombres que nacen bajo el yugo, educados y criados en la servidumbre, sin mirar más allá, se contentan con vivir como nacieron y, sin pensar en tener otro bien ni otro derecho que el que encontraron, aceptan como algo natural el estado en que nacieron".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Hay tres clases ...

"Hay tres clases de tiranos: unos poseen el Reino gracias a una elección popular, otros a la fuerza de las armas y los demás al derecho de sucesión. Los que lo han adquirido por el derecho de la guerra se comportan, todo el mundo lo sabe, como en país conquistado. Los que nacen reyes no acostumbran a ser mucho mejores, sino que, por haber nacido y sido educados en el seno de la tiranía, sorben con la leche la naturaleza misma del tirano y consideran a los pueblos que les están sometidos como a siervos traspasados por herencia; además, según sus inclinaciones preferidas, se muestran avaros o pródigos y usan del Reino cómo de su propia herencia. Aquel que detenta el poder gracias al voto popular debería ser, a mi entender, más soportable y lo sería, creo, de no ser porque, a partir del momento en que asume el poder, situándose por encima de todos los demás, halagado por lo que se da en llamar grandeza, toma la firme resolución de no abandonarlo jamás. Acostumbra a considerar el poder que le ha sido confiado por el pueblo como un bien que debe transmitir a sus hijos. Ahora bien, a partir del momento en que él y sus hijos conciben esa idea funesta, es extraño comprobar cómo superan en vicios y crueldades a los demás tiranos. No ven mejor manera de consolidar su nueva tiranía sino incrementando la servidumbre y haciendo desaparecer las ideas de libertad con tal violencia que, por más que el recuerdo sea reciente, pronto se desvanece por completo en la memoria. Así pues, a decir verdad, veo claramente que hay entre ellos alguna diferencia, pero no veo elección posible entre ellos, pues, si bien llegan al trono por caminos distintos, su manera de reinar es siempre aproximadamente la misma. Los elegidos por el pueblo lo tratan como a un toro por domar, los conquistadores lo convierten en una presa sobre la que ejercen todos los derechos, y los sucesores lo tienen por un rebaño de esclavos que les pertenece por naturaleza".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Para obtener el ...

"Para obtener el bien que desea, el hombre emprendedor no teme el peligro, ni el trabajador sus penas. Sólo los cobardes, y los que ya están embrutecidos, no saben soportar el mal, ni obtener el bien con el que se limitan a soñar. La energía de ambicionar ese bien les es arrebatada por su propia cobardía; no les queda más que soñar con poseerlo. Ese deseo, esa voluntad innata, propia de cuerdos y locos, de valientes y cobardes, les hace ansiar todo aquello cuya posesión los hará sentirse felices y satisfechos. Hay, no obstante, una cosa, una sola, que los hombres, no sé por qué, no tienen siquiera la fuerza de desear: la libertad, ese bien tan grande y placentero cuya carencia causa todos los males; sin la libertad todos los demás bienes corrompidos por la práctica cotidiana de la servidumbre pierden por completo su gusto y su sabor. Los hombres sólo desdeñan, al parecer, la libertad, porque, de lo contrario, si la desearan realmente, la tendrían. Actúan como si se negaran a conquistar tan precioso bien únicamente porque se trata de una empresa demasiado fácil".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

Si un país ...

"Si un país no consintiera dejarse caer en la servidumbre, el tirano se desmoronaría por sí solo, sin que haya que luchar contra él, ni defenderse de él. La cuestión no reside en quitarle nada, sino tan sólo en no darle nada. Que una nación no haga esfuerzo alguno, si quiere, por su felicidad; ahora bien, que no se forje ella misma su propia ruina. Son, pues, los propios pueblos los que se dejan, o, mejor dicho, se hacen encadenar, ya que con sólo dejar de servir, romperían sus cadenas. Es el pueblo el que se somete y se degüella a sí mismo; el que, teniendo la posibilidad de elegir entre ser siervo o libre, rechaza la libertad y elige el yugo; el que consiente su mal, o, peor aún, lo persigue".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

¿Cómo llamar ese ...

"¿Cómo llamar ese vicio, ese vicio tan horrible? ¿Acaso no es vergonzoso ver a tantas y tantas personas, no tan sólo obedecer, sino arrastrarse? No ser gobernados, sino tiranizados, sin bienes, ni parientes, ni mujeres, ni hijos, ni vida propia. Soportar saqueos, asaltos y crueldades, no de un ejército, no de una horda descontrolada de bárbaros contra la que cada uno podría defender su vida a costa de su sangre, sino únicamente de uno solo. No de un Hércules o de un Sansón, sino de un único hombrecillo, las más de las veces el más cobarde y afeminado de la nación, que no ha siquiera husmeado una sola vez la pólvora de los campos de batalla, sino apenas la arena de los torneos, y que es incapaz no sólo de mandar a los hombres, ¡sino también de satisfacer a la más miserable mujerzuela!".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

De momento, quisiera ...

"De momento, quisiera tan sólo entender cómo pueden tantos hombres, tantos pueblos, tantas ciudades, tantas naciones soportar a veces a un solo tirano, que no dispone de más poder que el que se le otorga, que no tiene más poder para causar perjuicios que el que se quiera soportar y que no podría hacer daño alguno de no ser que se prefiera sufrir a contradecirlo".
Etienne de La Boétie
"Discurso de la servidumbre voluntaria" (La Plata, 2008)
[Or. "Discours de la servitude volontaire", 1576]

El mundo existe ...

"El mundo existe para educar a cada individuo. No hay en la historia ninguna época, estado, sociedad o modo de actuar que no se corresponda con algo de su vida. Todas las cosas tienden con suavidad a abreviarse y ofrecerle su virtud".
Ralph Waldo Emerson
"Ensayos" (Cátedra, 2014)
[Or. "Essays", 1844]

Si toda la ...

"Si toda la historia existe en un ser humano, toda ella habrá de explicarse partiendo de la experiencia individual".
Ralph Waldo Emerson
"Ensayos" (Cátedra, 2014)
[Or. "Essays", 1844]

lunes, 26 de octubre de 2015

Una biblioteca nos ...

"Una biblioteca nos ayuda a vencer los recelos, los prejuicios que la ignorancia inevitablemente crea en nosotros frente al otro, a quien adora a otros dioses, practica otras costumbres, tiene una piel o una lengua distinta de la nuestra. Nada como una biblioteca para romper las fronteras y para descubrir lo precarias, lo superficiales que ellas son".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

El formidable desarrollo ...

"El formidable desarrollo de los medios audiovisuales en nuestra época, que, de un lado, han revolucionado las comunicaciones haciéndonos a todos los hombres y mujeres del planeta copartícipes de la actualidad, y de otro, monopolizan cada vez más el tiempo que los seres vivientes dedican al ocio y a la diversión arrebatándoselo a la lectura, permite concebir, como un posible escenario histórico del futuro mediato, una sociedad modernísima, erizada de ordenadores, pantallas y parlantes, y sin libros, o, mejor dicho, en la que los libros -la literatura- habrían pasado a ser lo que la alquimia en la era de la física: una curiosidad anacrónica, practicada en las catacumbas de la civilización mediática por unas minorías neuróticas. Ese mundo cibernético, me temo mucho, a pesar de su prosperidad y poderío, de sus altos niveles de vida y de sus hazañas científicas, sería profundamente incivilizado, aletargado, sin espíritu, una resignada humanidad de robots que habrían abdicado de la libertad".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

Un mundo sin ...

"Un mundo sin literatura sería en parte ciego sobre esos fondos terribles donde a menudo yacen las motivaciones de las conductas y los comportamientos inusitados, y, por lo mismo, tan injusto contra el que es distinto [...]. Incivil, bárbaro, huérfano de sensibilidad y torpe de habla, ignorante y ventral, negado para la pasión y el erotismo, el mundo sin literatura de esta pesadilla que trato de delinear tendría, como su rasgo principal, el conformismo, el sometimiento generalizado de los seres humanos a lo establecido".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

Cuando apareció el ...

"Cuando apareció el Quijote, los primeros lectores se mofaban de ese iluso extravagante, igual que los demás personajes de la novela. Ahora sabemos que el empeño del Caballero de la Triste Figura en ver gigantes donde hay molinos y hacer todos los disparates que hace es la más alta forma de la generosidad, una manera de protestar contra las miserias de este mundo y de intentar cambiarlo. Las nociones mismas de ideal y de idealismo, tan impregnadas de una valencia moral positiva, no serían lo que son -valores diáfanos y respetables- sin haberse encarnado en aquel personaje de novela con la fuerza persuasiva que le dio el genio de Cervantes".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

Una sociedad democrática ...

"Una sociedad democrática y libre necesita ciudadanos responsables y críticos, conscientes de la necesidad de someter continuamente a examen el mundo en que vivimos para tratar de acercarlo [...] a aquél en que nos gustaría vivir [...]. Y no existe mejor fermento de insatisfacción frente a lo existente que la literatura. Para formar ciudadanos críticos e independientes, difíciles de manipular, en permanente movilización espiritual y con una imaginación siempre en ascuas, nada como las buenas lecturas".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

En esa suspensión ...

"En esa suspensión provisional de la vida en que nos sume la ilusión literaria [...] somos otros. Más intensos, más ricos, más complejos, más felices, más lúcidos, que en la constreñida rutina de nuestra vida real".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

Tengo el convencimiento, ...

"Tengo el convencimiento, que no puedo justificar, de que, con la desaparición del libro, la literatura recibiría un serio maltrato, acaso mortal".
Mario Vargas Llosa
"Elogio de la educación" (Taurus, 2015)

Con la palabra ...

"Con la palabra crítico, tan frecuente hoy en día en todas las conversaciones, se ha distinguido a veces tres especies muy diferentes de hombres mortales, conforme a lo que he leído en libros y folletos antiguos. En primer lugar, se aplicaba ese término a las personas que inventaron o redactaron normas para sí mismos o para todo el mundo, cuya observancia por un lector prudente permitan a éste pronunciarse sobre las obras de los sabios, formar su gusto hasta el verdadero deleite de lo sublime y lo admirable, y distinguir entre la belleza de un tema o de un estilo y lo fraudulento de sus imitaciones: en un examen de los libros pueden señalar sus errores y defectos, lo nauseabundo, lo exagerado, lo aburrido y lo impertinente, con la cautela de un hombre que por la mañana pasea por las calles de Edimburgo y que tiene el mayor de los cuidados en avistar y descubrir la basura que puede encontrarse en su camino; y no por la curiosidad de observar el color y el aspecto de la inmundicia, o de apreciar sus dimensiones y menos aún de chapotear en ella o de probarla, sino sólo con la intención de salir de allí lo más limpiamente que pueda. Esos hombres parecen haber entendido, aunque muy equivocadamente, la denominación de crítico en sentido literal, como es el que un aspecto principal de su oficio era el de elogiar y exculpar, y que un crítico que se apresta a leer sólo como una ocasión para censurar y reprobar es una criatura tan bárbara como un juez que resolviera ahorcar a todos los hombres que comparecieran ante él en un juicio.
Con la palabra crítico se ha designado también a todos aquellos que han rescatado de los gusanos, las tumbas y el polvo los manuscritos de la sabiduría antigua [...].
La tercera y más noble especie es la del crítico verdadero, cuyo origen es el más antiguo de todos [...]. La propia virtud heroica no ha quedado exenta de las injurias de las malas lenguas. Porque se ha objetado que aquellos héroes antiguos, famosos por haber combatido contra tantos gigantes, dragones y bandidos, fueron, como personas, un mayor perjuicio para la humanidad que cualquiera de los monstruos a los que sometieron; por tanto, para cumplir de un modo más completo con sus obligaciones, tras haber destruido a todas las otras alimañas, deberían, en conciencia, haberse aplicado la misma justicia sobre sí mismos".
Jonathan Swift
"Cuento de un tonel" (Taurus, 2015)
[Or. "A tale of a tub", 1704]

Para obtener la ...

"Para obtener la atención del público resulta imprescindible ocupar un lugar más elevado [...]. Siendo el aire un cuerpo pesado, y por lo tanto, de acuerdo con Epicuro, continuamente descendente, tiene que serlo aún más cuando está cargado y aplastado por las palabras, que son también cuerpos de mucho peso y gravedad, como es patente por las profundas impresiones que nos hacen y que dejan sobre nosotros; y que por lo tanto deben ser dichas desde una conveniente altura, pues de lo contrario ni serán atinadas ni caerán con la fuerza suficiente".
Jonathan Swift
"Cuento de un tonel" (Taurus, 2015)
[Or. "A tale of a tub", 1704]

Al crecer el ...

"Al crecer el peligro cada hora que pasa, debido a nuevas hornadas de ingeniosos, todos ellos provistos (como es razonable temer) de pluma, tinta y papel, que podrían convertirse, con una hora de aviso, en panfletos y otras armas ofensivas listas para su inmediata ejecución, se juzgó de absoluta necesidad pensar en algún remedio inmediato hasta que el proyecto principal se llevase a su madurez. A este respecto, cierto observador curioso y refinado, en una gran comisión de hace unos días, hizo este importante descubrimiento: que los marineros tienen la costumbre, cuando encuentran una ballena, de echarle un tonel vacío a modo de entretenimiento, para distraerla y evitar que se comporte con violencia contra el barco. Esta parábola fue inmediatamente mitificada; se interpretó que la ballena era el 'Leviatán' de Hobbes, que agita y juega con todos los esquemas de la religión y del gobierno, siendo muchos de ellos huecos, secos, vacíos y ruidosos, además de rígidos y propensos a la rotación: ése es el leviatán, del que los temibles ingenios de nuestro tiempo se dice que toman prestadas sus armas. La nave en peligro se comprende fácilmente que se trata de su vieja antagonista, la comunidad. Pero cómo interpretar lo del tonel era un asunto difícil".
Jonathan Swift
"Cuento de un tonel" (Taurus, 2015)
[Or. "A tale of a tub", 1704]

Existe una inteligencia ...

"Existe una inteligencia común a todos los individuos. Cada ser humano es una puerta de entrada tanto para lo idéntico como para sus semejantes. Quien accede a la libertad de la razón se convierte en hombre libre de la herencia de ésta. Puede pensar lo que pensó Platón, puede sentir lo que sintió el hombre santo, puede entender todo lo que ha acontecido a cualquier persona. Quien tiene acceso a esa mente universal participa de todo lo que existe y todo lo que puede suceder, pues ésta es el elemento único y soberano".
Ralph Waldo Emerson
"Ensayos" (Cátedra, 2014)
[Or. "Essays", 1844]

La sabiduría es ...

"La sabiduría es como un zorro al que, tras larga persecución, al final cuesta mucho esfuerzo hacer salir de su refugio; es como un queso que, cuanto más sabroso es, más espesa, más fea y más basta es su corteza, y en el que, para un paladar sensato, los gusanos son lo mejor; es como un ponche de vino, en el que cuanto más ahondas más dulce lo encuentras. La sabiduría es como una gallina, cuyo cacareo debemos saber valorar y considerar, pues es acompañado por un huevo; en fin, es como una nuez, que, de no ser elegida con juicio, puede costarte un diente y dispensarte nada menos que un gusano".
Jonathan Swift
"Cuento de un tonel" (Taurus, 2015)
[Or. "A tale of a tub", 1704]

Un hombre hercúleo ...

"Un hombre hercúleo, dotado de una fuerza muscular inusual, que por circunstancias ajenas a su voluntad se vea obligado a desempeñar un empleo sedentario, o deba realizar estudios o actividades mentales que requieren aptitudes poco desarrolladas en él y muy diferentes de las suyas, y a dejar ociosas, en cambio, aquellas que posee en grado superlativo, se sentirá desdichado toda su vida; pero aún se sentirá más desdichado aquel que, poseyendo cualidades intelectuales muy sobresalientes, renuncie a desarrollarlas y las eche a un lado para ejercer un empleo vulgar que no las requiere, o un trabajo corporal para el que no reúne la fuerza física necesaria. Con todo, hay que evitar aquí el escollo de la presunción atribuyéndose a sí mismo un grado de cualidades que no se posee".
Arthur Schopenhauer
"Aforismos sobre el arte de vivir" (Alianza, 2012)
[Or. "Aphorismem zur Lebensweisheit", 1851]

sábado, 24 de octubre de 2015

La monotonía no ...

"La monotonía no tiene nada que ver con los sitios; la monotonía, tanto la sensación como la imposición, es sencillamente una cualidad de la persona. No hay paisajes grises, sino espectadores grises".
G. K. Chesterton
"Un relato de las marismas (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

El arte moderno ...

"El arte moderno tiene que ser eso que llaman 'intenso'. No es fácil definir lo que significa ser intenso; pero, a grandes rasgos, equivale a decir sólo una cosa cada vez y decirla de forma equivocada. Muchos escritores trágicos modernos tienen que escribir relatos cortos porque, si se escribieran relatos largos (como se dice de la filosofía), se les colaría un poco de alegría. Sus historias son como aguijonazos; breves, pero esencialmente dolorosas".
G. K. Chesterton
"El coro (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Prefiero al hombre ...

"Prefiero al hombre que abusaba del vino rosado para que la amistad nuca cambiara que al que abusa igualmente del whisky con soda, pero afirma que quiere ser el mejor, y que nadie le superará invitando a beber a los demás".
G. K. Chesterton
"El coro (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Si algo bueno ...

"Si algo bueno tiene un lugar peñascoso y escarpado es que desde el valle no es fácil apreciar toda la belleza del valle; porque cuando se está en el llano no se distingue su sublime llanura. Si algo bueno tiene ser educado o eminente (lo cual es bastante dudoso), es que las personas instruidas pueden percibir con más certeza y rapidez el esplendor de los simples e ignorantes, toda la magnificencia del poderoso ejército humano de las llanuras. El general asciende a una loma para contemplar a sus soldados, no para despreciarlos. Toma distancia, no porque su regimiento sea demasiado pequeño para tocarlo, sino porque es demasiado grande para verlo. El jefe trepa con sumisión y asciende con enorme humildad porque, para verlo todo a vista de pájaro, debe volverse pequeño y distante como un pájaro".
G. K. Chesterton
"Las altas planicies (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Mi religión no ...

"Mi religión no dice nada de planos, sólo que todos estamos en el mismo nivel, que no es precisamente muy elevado. Por supuesto, en mi religión también hay santos, pero no son más que personas verdaderamente conscientes de que son pecadoras".
G. K. Chesterton
"Las altas planicies (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Lo más grande ...

"Lo más grande que ha hecho Europa es el ciudadano: el ideal del hombre medio, libre y honorable, que, voluntariamente, invoca por sus pecados la justa venganza de su ciudad [...]. Lo único que sí podemos ofrecer es la democracia, la idea de que la gente lucha y combate.He ahí los dos caminos. Pero el sentimental, es decir, el imperialista de la escuela de Roosevelt, titubea entre ellos. Quiere conseguir ambas cosas, disfrutar del esplendor del éxito sin correr riesgos. Europa puede esclavizar a Asia porque resulta halagador, pero no debe liberarla porque supone una responsabilidad. Que los hindúes lleven sombreros europeos complace su gusanillo imperial, pero le parece peligroso que usen la cabeza para pensar a la europea. Es incapaz de dejar que Asia sea asiática, pero no osa considerar una Asia europea. Así que propone que en Egipto haya señales de ferrocarril, pero no banderas; que haya buzones de correos, pero no urnas.En suma, el sentimental opta por extender el cuerpo de Europa pero sin su alma".
G. K. Chesterton
"El sentimental (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

El pionero imperial ...

"El pionero imperial es básicamente un viajante comercial; y un viajante comercial es básicamente alguien que va a ver a la gente porque la gente no quiere verle a él. Mientras los imperios intentan imponer sus ideas a los demás seguiré teniendo la impresión de que sus ideas no son buenas. Si de verdad fuesen tan magníficas, el país que las predica sería la octava maravilla del mundo. He ahí el verdadero ideal: una gran nación no debería ser un martillo, sino un imán [...]. He ahí mi teoría política: deberíamos hacer que valiera la pena copiar a Inglaterra en lugar de decirle a todo el mundo que nos copie".
G. K. Chesterton
"El sentimental (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Si dejamos al ...

"Si dejamos al resto del mundo en paz, podríamos ocuparnos de nuestros asuntos, que nos reclaman con apremiante urgencia. Toda la historia apunta a que, a la larga, el cultivo intensivo triunfa sobre el cultivo extensivo; o, en otras palabras, que hacer que nuestro campo sea superior es muchísimo más eficaz que reducir el de los demás a la inferioridad".
G. K. Chesterton
"El sentimental (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

¡Ay, amigos míos, ...

"¡Ay, amigos míos, si no practicase la ironía, si no fuera mi faro y mi pan, no me consideraría un autor libre! Y, si la ironía es el último espacio libre, ello quiere decir que todo son barrotes y grilletes. La ironía (siempre que sea 'ilimitada': lo difícil es no ponerse límites, tener la suficiente como para esparcirla sobre todas las cosas, empezando por uno mismo) sirve para eludir todos los barrotes invisibles de esta colosal Rebiblia electrónica que es el Mundo que estamos ilustrando con nuestra presencia indispensable. Se vende a un precio muy alto la ironía total, pero rinde el doble y el triple... Con la ironía como sistema de vida (y de escritura, si es que se escribe) siempre se está a salvo; a cambio se nos entiende poco, poquísimo; pero es mucho más importante 'salvarse' que ser entendidos. La ironía es una especia de melancólica Estrella de la Redención... El que la tenga por escudo interno y externo podrá hacer lo que quiera, que nunca llegará a perderse. Tendrá las manos libres para todo, salvo para hacer el mal".
Guido Ceronetti
"La linterna del filósofo" (Acantilado, 2010)
[Or. "La lanterna del filosofo", 2005]

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cuando la mayoría ...

"Cuando la mayoría cede, podemos considerar héroes a los pocos que se rebelan ante las fuerzas poderosas que les impulsan a la aceptación, la conformidad y la obediencia. Hemos llegado a pensar que nuestros héroes son especiales, que se distinguen de nosotros, los simples mortales, por sus hazañas o su vida de sacrificio [...]. Estos seres especiales, los que por ejemplo entregan su vida a una causa humanitaria, existen, pero son la excepción; la mayoría de los héroes son del momento, de la situación, que actúan con decisión cuando deben hacerlo [...]. Frente al concepto de la 'banalidad del mal', frente al hecho de que gente normal y corriente pueda cometer los más viles actos de crueldad y degradación, propongo el concepto de la 'banalidad del heroísmo' para describir a los muchos hombres y mujeres corrientes que responden con heroísmo a la llamada del deber. Saben que esa llamada suena para ellos. Es la llamada a defender lo mejor de la naturaleza humana, a superar la poderosa fuerza de la Situación y del Sistema, a reafirmar con firmeza la dignidad del ser humano frente a la maldad".
Philip Zimbardo
"El efecto Lucifer. El porqué de la maldad" (Paidós, 2008)
[Or. "The Lucifer effect", 2007]

Modificar o impedir ...

"Modificar o impedir una conducta censurable por parte de personas o de grupos exige una comprensión de las fuerzas, las virtudes y las vulnerabilidades que aportan estas personas o grupos a una situación dada".
Philip Zimbardo
"El efecto Lucifer. El porqué de la maldad" (Paidós, 2008)
[Or. "The Lucifer effect", 2007]

Nuestros modos de ...

"Nuestros modos de ver el cáncer, y las metáforas que le hemos impuesto, denotan tan precisamente las vastas deficiencias de nuestra cultura, la falta de profundidad de nuestro modo de encarar la muerte, nuestras angustias en materia sentimental, nuestra negligencia y nuestras impresiones ante nuestros auténticos 'problemas de crecimiento', nuestra incapacidad de construir una sociedad industrial avanzada que sepa concertar el consumo, y nuestros justificados temores de que la historia siga un curso cada vez más violento. El cáncer como metáfora caerá en desuso, me atrevo a predecirlo, mucho antes de que se resuelvan los problemas que tan persuasivamente supo reflejar".
Susan Sontag
[Or. "Illness as metaphor", 1978]

Pensar que la ...

"Pensar que la única explicación de una enfermedad es que tiene un gran número de causas es precisamente lo que caracteriza a las enfermedades cuyas causas 'no' se conocen. Y son esas enfermedades, de causas supuestamente múltiples (o sea, enfermedades misteriosas) las que más posibilidades ofrecen como metáforas de lo que se considera moral o socialmente malo".
Susan Sontag
[Or. "Illness as metaphor", 1978]

La concepción punitiva ...

"La concepción punitiva de la enfermedad tiene una larga historia. Es una concepción particularmente activa en lo que atañe al cáncer [...]. Las teorías psicológicas más aceptadas atribuyen al pobre enfermo la doble responsabilidad de haber caído enfermo y de curarse. Y las convenciones que exigen que el cáncer no sea una mera enfermedad sino un enemigo diabólico, hacen de él no sólo una enfermedad mortal sino una enfermedad vergonzosa [...]. Nada hay más punitivo que darle un significado a una enfermedad -significado que resulta invariablemente moralista [...]. La enfermedad misma se vuelve metáfora. Luego, en nombre de ella (es decir, usándola como metáfora) se atribuye ese horror a otras cosas, la enfermedad se adjetiva".
Susan Sontag
[Or. "Illness as metaphor", 1978]

martes, 20 de octubre de 2015

El sentimental aspira ...

"El sentimental aspira a disfrutar de todas las ideas y los placeres sin sus consecuencias".
G. K. Chesterton
"El sentimental (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Nuestra sociedad debe ...

"Nuestra sociedad debe aprender o perecer. La riqueza, tal como está constituida hoy en día la sociedad, no tiende a acumularse en manos de los más capaces o ahorrativos, sino en las de los más derrochadores e imbéciles. Se demuestra que la actual clase acomodada no sabe divertirse ni gobernar a los demás. Que no sepa hacer que el Gobierno gobierne o que la educación eduque podemos considerarlo un síntoma trivial de debilidad de la oligarquía, pero al menos querríamos pensar que dicha clase social sabe divertirse, y sin duda ha llegado a tal estado de decrepitud que no consigue que sus placeres sean placenteros".
G. K. Chesterton
"La fiesta loca sin gracia (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Lo verdaderamente divertido ...

"Lo verdaderamente divertido es tener poco material y una buena idea [...]. Lo verdaderamente divertido de las pantomimas navideñas que se representan en todas las casas es el contraste entre unos recursos vulgares y una idea cómica. Lo que hace que los banquetes de los millonarios sean mortalmente aburridos es el contraste entre lo colosal de los recursos y la falta de ideas".
G. K. Chesterton
"La fiesta loca sin gracia (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Hay una notable ...

"Hay una notable diferencia entre un ingenioso que se hace el tonto y un tonto que se hace el ingenioso".
G. K. Chesterton
"La fiesta loca sin gracia (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

Cualquier diversión que ...

"Cualquier diversión que merezca ese nombre, desde interpretar una charada hasta soltar una pulla, consiste en reprimir nuestras demás novecientas noventa y nueve personalidades y dejar salir al idiota que llevamos dentro".
G. K. Chesterton
"La fiesta loca sin gracia (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]

La democracia tiene ...

"La democracia tiene que nacer de nuevo cada generación; la educación es su comadrona".
John Dewey 

Nada ha causado ...

"Nada ha causado más daño que la idea de que una persona inteligente puede bromear sin ser parte de la broma y sin participar del absurdo general que crea dicha situación. No reírse de las propias bromas revela un orgullo imperdonable. Bromear carece de dignidad, por eso es tan bueno para el alma. Que nadie piense que puede ser ingenioso y no ser un bufón: es imposible".
G. K. Chesterton
"La fiesta loca sin gracia (1910)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]