viernes, 26 de enero de 2018

Si todavía fuéramos ...

"Si todavía fuéramos unos salvajes, el señor Blakesley sería libre de comer como un cerdo sin infringir ninguna regla, porque no habría ninguna regla que romper, y podría decir 'suena un pelín raro, ¿que no?' y quedarse tan ancho sin que nadie pensara que es un analfabeto, porque ni la alfabetización ni las reglas de la gramática habrían sido inventadas todavía. Pero una vez que se establecen unas reglas de etiqueta o de gramática y se aceptan como la norma (y me refiero a un ideal, no a una cuestión estadística), entonces uno sólo es libre de infringirlas si está deseando que lo consideren un salvaje o un analfabeto. No importa lo dogmáticas o irracionales que puedan ser las reglas; son la convención [...].
Usted es libre de infringir las reglas, salvo que aspire a la inteligibilidad. Si realmente aspira a la inteligibilidad, la única manera de 'liberarse' de las reglas es dominarlas hasta el punto de poder manejarlas de una forma automática. Ésa es la paradoja: en cualquier sociedad compleja, por lo general un hombre sólo es libre en la medida en que acepte todas las reglas de esa sociedad". 
John Barth
El final del camino (Sexto Piso, 2017)
[Or. "The End of the Road", 1958]

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