"Los Estados Unidos tienen una idea clara de lo que debería ser Irak: un estado laico, basado en los derechos humanos, con una economía privatizada y abierto a la inversión extranjera, y todo lo democrático que pueda siempre y cuando se aseguren los lazos de amistad permanentes con los Estados Unidos. Cuando expresamos esa idea respaldados por nuestro ejército, también estamos afirmando algo de los Estados Unidos; por ejemplo, que poseemos una autoridad moral, nacional y humanitaria con la que derrocar gobiernos tiránicos en favor de la democracia y de la economía de libre mercado.
Los insurgentes, a su vez, declaran cómo quieren que sea su país: teocrático, islamista en lugar de occidental, tradicionalmente represivo en lugar de igualitario y basado en los derechos, 'árabe' más que globalizado, independiente más que ocupado. También declaran cómo quieren que sean los Estados Unidos: no expansionistas, no dominantes, que no propaguen los valores occidentales, que no impongan las libertades basadas en derechos, la democracia basada en la igualdad ni la globalización del libre mercado".
Mark Greif
Contra todo. Cómo vivir en tiempos deshonestos (Anagrama, 2018)
[Or. "Against Everything", 2016]
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