"Nuestra sociedad tiene ritmos cada vez más rápidos respecto de generaciones anteriores, donde todo está sometido a horario, cronometrado, se prima la inmediatez y el entretenimiento, donde el aburrimiento y la espera son insufribles. Los niños son criados en este contexto acelerado, entretenido, divertido, todo al instante, donde los propios padres tienen que atender y hacer varias cosas a la vez, por lo que a menudo necesitan entretenerlos como sea incluyendo tabletas con videojuegos y dibujos animados. Consiguientemente, los niños tienen pocas oportunidades de aprender a esperar, demorar la gratificación, experimentar el aburrimiento, autorregularse hablándose a sí mismos, tolerar la frustración, cosas esperables en el desarrollo de la vida adulta.
El caso es que la misma sociedad que propicia estos modos y estilos de comportamiento, después no los tolera con sus estándares educativos, familiares y escolares".
Marino Pérez Álvarez
Más Aristóteles y menos Concerta®: Las cuatro causas del TDAH (NED, 2018)
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