"Cualquier cosa se convierte en un placer cuando se hace a menudo. Éste es uno de los secretos más importantes de la existencia".
Oscar Wilde
"Cualquier cosa se convierte en un placer cuando se hace a menudo. Éste es uno de los secretos más importantes de la existencia".
"Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados".
"Menos daña la mala ejecución que la falta de decisión. No se corrompen tanto las materias cuando corren como estancadas. Hay hombres irresolutos que necesitan de la ajena motivación en todo. [...] Objetar suele ser ingenioso, pero lo es más el hallar salida a los inconvenientes".
"El que vence no necesita dar explicaciones. La mayoría no percibe los detalles del procedimiento, sino los buenos o malos resultados; por eso nunca se pierde reputación cuando se consigue lo deseado. [...] La regla es ir contra las reglas cuando no se puede conseguir de otro modo un resultado feliz".
"Los primeros se llevan el mayorazgo de la fama, mientras los segundos tienen que pleitear por los alimentos; por más que trabajen no pueden quitarse la acusación de imitadores. [...] Algunos prefieren ser primeros es segunda categoría que ser segundos en la primera".
"La grandeza del superior nunca disminuyó por la competencia del subordinado; más bien, toda la gloria de los aciertos revierte después sobre la causa principal, igual que ocurre con los fracasos. La reputación siempre va unida a los superiores. Nunca se dice: aquél tuvo buenos o malos subordinados, sino aquél fue buen o mal artífice. Los colaboradores deben ser elegidos y probados, pues de ellos dependerá una reputación inmortal".
"Hay que poner más cuidado en un final feliz que en una aplaudida entrada. Es frecuente que los afortunados tengan muy favorables comienzos y muy trágicos finales. El punto no está en el vulgar aplauso de la entrada, que todas son plausibles, sino en la general aceptación de la salida, que son más raras".
"Uno no se debe mostrar igualmente inteligente con todos, ni se deben emplear más fuerzas de las necesarias. Ni derroches de sabiduría ni de méritos. El buen halconero no echa a la presa más aves que las necesarias para cazarla. No se haga de la ostentación la norma, pues al día siguiente no causará admiración. Siempre debe haber novedad con que destacar. Quien cada día se descubre un poco más siempre mantiene la expectación y nunca nadie descubre dónde acaba su talento".
"Es suficientemente rápido lo que está bien. Lo que se hace deprisa, deprisa se deshace. Pero lo que debe durar una eternidad, debe tardar otra en hacerse. No se atiende más que a la perfección. Sólo el acierto permanece. El entendimiento profundo consigue eternidades. Lo que mucho vale, mucho cuesta".
"Hasta las liebres se atreven con el león muerto. [...] Si se cede en lo primero, también habrá que ceder en lo segundo, y así hasta el final".
"La diligencia hace con rapidez lo que la inteligencia ha pensado con calma. La prisa es una pasión de necios: como no descubren el límite, actúan sin reparo. Por el contrario, los sabios suelen pecar de lentos, pues una mirada atenta obliga a detenerse. A veces lo acertado de una observación se malogra por negligencia al actuar. La diligencia es la madre del éxito. Mucho consiguió quien no dejó nada para mañana. Correr despacio es el augusto lema".
"La silla es el aparato que más ha contribuido al progreso de la medicina".
"La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa".