"Es una pena que a menudo conozcamos el pasado sólo por la cola. Recordamos el ayer sólo por las puestas de sol. Hay muchos ejemplos. Uno es Napoleón. Siempre pensamos en él como un déspota viejo y gordo que gobernó Europa con una despiadada maquinaria militar. Pero ésa [...] fue sólo la 'última fase' [...]. En la época más sorprendente e intensa de su carrera, que fue la que le hizo inmortal, Napoleón era casi un muchacho, y no precisamente un mal muchacho, ambicioso y obstinado, pero sinceramente enamorado y entusiasmado por una causa, la de la justicia e igualdad francesas".
G. K. Chesterton
"Una obra de marionetas (1909)" [cfr. Alarmas y digresiones (Acantilado, 2015)]
[Or. "Alarms and discursions", 1910]
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