lunes, 12 de enero de 2015

El ordenador nunca ...

"El ordenador nunca es una herramienta neutral. Influye, para bien o para mal, en la forma de trabajar y de pensar una persona. Un programa de software sigue una rutina particular, que facilita unas formas de trabajar y complica otras, y el usuario del programa se adapta a la rutina. El carácter y las metas del trabajo, así como los estándares por los que se juzga, son conformados por las prestaciones de la máquina. Siempre que un diseñador o artesano (o cualquier otra persona) se vuelve dependiente de un programa, también asume los preconceptos del fabricante de ese programa. Con el tiempo, termina valorando lo que el software puede hacer y descartando como algo secundario, irrelevante o simplemente inimaginable lo que no puede hacer. Si no se adapta, corre el riesgo de quedar marginado en su profesión [...]. El peligro que se cierne sobre los oficios creativos es que diseñadores y artistas, deslumbrados por la velocidad, precisión y eficiencia sobrehumanas del ordenador, acabarán dando por sentado que la automatización es el mejor camino. Aceptarán los pros y los contras que el software impone, sin evaluarlos. Se apresurarán por el camino del menor esfuerzo, a pesar de que un poco de resistencia, un poco de fricción, podría haber sacado lo mejor de ellos".
Nicholas Carr

No hay comentarios:

Publicar un comentario