"En general, la ira nace de una ofensa que uno considera haber recibido inmerecidamente, de un doloroso golpe culpablemente asestado por otros a nuestro amor propio o a nuestra -quizá exagerada- autoestima. Más exactamente, por la convicción de haber sido traicionados, insultados, engañados, manipulados, despreciados, humillados, maltratados, privados del respeto debido o, en cualquier caso, injustamente tratados o de manera inapropiada".
Remo Bodei
No hay comentarios:
Publicar un comentario