"Muy corteses y afables con los de fuera de casa y, una vez en ella, ya no hay miramientos. Después de todo diréis: ¿no entra uno en su casa para estar, como se dice, a sus anchas? Así es, en verdad, siempre que esta comodidad y libertad no la uséis bruscamente, en perjuicio de los que os rodean".
Georges Chevrot
No hay comentarios:
Publicar un comentario