viernes, 26 de agosto de 2016

Orgullosa de su ...

"Orgullosa de su 'progreso' sistemático y su orden, la sociedad burguesa predicaba moderación y comodidad en todos los ámbitos de la vida como las únicas virtudes eficaces del hombre; había que evitar toda prisa en el camino hacia adelante. Austria era un Estado antiguo, gobernado por un emperador vetusto y administrado por ministros viejos, un Estado sin ambiciones que no tenía otra aspiración que la de conservarse intacto dentro del espacio europeo a fuerza de ir rechazando todo cambio radical; por eso mismo, a los jóvenes, que por instinto siempre desean cambios rápidos y radicales, se les consideraba como un elemento peligroso al que había que mantener bajo llave o, al menos, contener el mayor tiempo posible".
Stefan Zweig
"El mundo de ayer. Memorias de un europeo" (Acantilado, 2008)
[Or. "Die welt von gestern", 1942]

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