lunes, 2 de febrero de 2015

Sólo una torpe ...

"Sólo una torpe y triste superstición puede prohibir los placeres. En efecto, ¿hay algo que ahuyente mejor la tristeza que calmar el hambre y la sed? Ésta es también mi norma y mi convicción. A ninguna divinidad, sólo a un envidioso, le puede procurar placer mi impotencia y mi pena; sólo alguien así puede considerar que nuestras lágrimas, nuestros lamentos, nuestro temor y los otros signos de nuestra impotencia interior sean una virtud. Al contrario, cuanto mayor es la alegría, mayor es la perfección que alcanzamos y más necesario se nos hace participar de la naturaleza divina. Así pues, es de hombre sabio utilizar las cosas y obtener de ellas todo el placer posible (sin llegar al hastío, porque eso ya no sería placer)".
Baruch Spinoza 

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