"La memoria es el fundamento de toda identidad, individual y colectiva, que se basa en el conocimiento libre de sí mismos, incluidas las contradicciones y carencias propias, y no en la represión de las mismas, que crea miedo y agresividad. Como custodio y testigo, el recuerdo es asimismo garantía de libertad; no en balde las dictaduras intentan alterar o destruir la memoria histórica. Los nacionalismos la falsifican y la violentan, el totalitarismo blando de muchos medios de comunicación la borra, con una insidiosa violencia que excava pavorosos abismos no sólo entre las generaciones, sino también entre una clase y la otra en las escuelas, y crea individuos sin conciencia alguna de la complejidad de la historia, incapaces de ser sencillos como palomas y astutos como serpientes, y por ello expuestos al engaño, a la manipulación, a la servidumbre".
Claudio Magris
"La historia no ha terminado. Ética, política, laicidad" (Anagrama, 2008)
[Or. "La storia non è finita", 2006]
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