lunes, 2 de noviembre de 2015

La preocupación por ...

"La preocupación por la carne también domina las costumbres alimentarias de sociedades más complejas. No es una casualidad que, a lo largo y ancho del mundo, jefes y héroes celebren sus victorias con banquetes en los que distribuyen grandes raciones de carne entre partidarios e invitados [...]. La idea misma del sacrificio, fundamental para las doctrinas formativas del cristianismo, el hinduismo, el judaísmo y el islam, se desarrolló a partir del reparto de la carne en los campamentos y aldeas de la época prehistórica. De la misma forma que los cazadores tenían que compartir entre sí sus capturas diarias, con la domesticación del ganado la carne, la sangre y la leche hubieron de compartirse con los antepasados y los dioses con el fin de crear una red de obligaciones mutuas, de prevenir envidias y querellas, y de preservar la unidad de unas comunidades que comprendían tanto a los gobernantes invisibles del mundo como a sus creaciones terrestres. Al santificar la matanza de animales convirtiéndola en un sacrificio y al alimentar a los dioses con carne, los pueblos de la Antigüedad expresaban su propio anhelo de carne y otros productos animales. Adoptando un punto de vista ligeramente distinto, la carne de los animales era tan buena para comer que los seres humanos sólo la consumían si tomaban las precauciones necesarias para asegurarse de que los dioses estaban dispuestos a compartirla con ellos".
Marvin Harris
"Bueno para comer: Enigmas de alimentación y cultura" (Alianza, 2012)
[Or. "Good to eat", 1985]

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