La presencia de constantes estímulos y la tremenda aceleración de la vida hacen muy difícil reflexionar sobre cualquier cosa. Por lo que veo el sentido de la vida, sobre todo cuando eres joven o muy joven, para alguna gente, es consumir, y emocionarse, con lo que sea. Me estoy volviendo un cascarrabias, lo veo.
Leía hace nada a alguien que animaba a hacer una "reflexión pausada", como si hubiera otra forma de hacerse.
Y luego está mi profesor, Marino Pérez Álvarez, que coloca las raíces de la psicopatología moderna (entiéndase "melancolía" y "esquizofrenia" en su formulación clásica) en la hiperreflexividad, un factor patógeno, más que adaptativo, que resulta común a ambas.
La presencia de constantes estímulos y la tremenda aceleración de la vida hacen muy difícil reflexionar sobre cualquier cosa. Por lo que veo el sentido de la vida, sobre todo cuando eres joven o muy joven, para alguna gente, es consumir, y emocionarse, con lo que sea. Me estoy volviendo un cascarrabias, lo veo.
ResponderEliminarUn abrazo
Y un reaccionario, puede que también.
ResponderEliminarLeía hace nada a alguien que animaba a hacer una "reflexión pausada", como si hubiera otra forma de hacerse.
ResponderEliminarY luego está mi profesor, Marino Pérez Álvarez, que coloca las raíces de la psicopatología moderna (entiéndase "melancolía" y "esquizofrenia" en su formulación clásica) en la hiperreflexividad, un factor patógeno, más que adaptativo, que resulta común a ambas.
La aceleración impide pensar, como sabes, quizás de allí su éxito en muchos ámbitos. Como fuera de casa en ningún lado.
ResponderEliminarUn abrazo